Toda la gente se ha fijado en ti.
Eres brillante, y eso es algo que nunca habían visto en otra persona.
Tu capacidad de organización es envidiable, lo cual te convierte en una fuente de inspiración para los demás. Destacas coordinando diversas actividades, personas o situaciones complejas y gestionando el entorno de trabajo, cosa que se traduce en que la gente confía en ti.
Por otro lado, los robots, seres sin alma y sin esa chispa que enciende la mecha de la intuición, no se dan cuenta de la amenaza que esto puede suponer para ellos; y es que un liderazgo llevado con respeto, inteligencia y firmeza, puede hacer desaparecer las estructuras del sistema más complejo.
Recuerda cómo gracias a tus estrategias, conseguiste acabar con aquel cyborg codo con codo con el resto de personas; si no llega a ser por tu visión analítica a la hora de estudiar sus complejos procesos programáticos, podría haber revivido y acabado con vuestras vidas.
Así pues, una vez que eres consciente de lo que puedes llegar a hacer por la «sociedad», tienes que dar el siguiente paso. Debes elegir cuál de estos poderes te convierte en infalible; en la pieza clave de la que tanto se espera.